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¿Qué Son las Fresas?
Las fresas (Fragaria × ananassa) son frutas pequeñas, jugosas y de intenso color rojo que pertenecen a la familia de las rosáceas. Su sabor dulce y ligeramente ácido, junto a su textura carnosa y aroma característico, las convierte en una de las frutas más apreciadas a nivel mundial tanto por su valor gastronómico como por sus beneficios nutricionales.
A diferencia de lo que muchos creen, la fresa no es un fruto verdadero, sino un pseudofruto: lo que comemos es en realidad el receptáculo floral hinchado de la planta. Las verdaderas semillas están en su superficie, esos diminutos puntitos amarillos llamados aquenios.
Desde un punto de vista nutricional, las fresas destacan por su elevado contenido en vitamina C, su poder antioxidante y su aporte de fibra natural. Además, son bajas en calorías, lo que las hace ideales para dietas equilibradas, control de peso o alimentación infantil.
Por su composición rica en compuestos fenólicos y antocianinas, también se las considera una fruta con propiedades protectoras frente al envejecimiento celular, la inflamación y el estrés oxidativo.
Más allá de la salud, las fresas han ganado protagonismo en sectores como la cosmética, gracias a sus efectos sobre la piel, y en la alta cocina, donde son utilizadas tanto en recetas dulces como saladas, desde tartas y batidos hasta vinagretas o ensaladas gourmet.

Origen y Cultivo de las Fresas
El cultivo de la fresa tiene una larga historia que se remonta a tiempos precolombinos. Las variedades silvestres eran consumidas por los pueblos indígenas en América del Norte, mientras que en Europa se cultivaban especies autóctonas desde la Edad Media. La fresa moderna que conocemos hoy —la Fragaria × ananassa— es el resultado de un cruce realizado en el siglo XVIII en Francia entre dos variedades americanas: la fresa de Virginia (Fragaria virginiana) y la chilena (Fragaria chiloensis).
Gracias a este cruce se obtuvo una planta más resistente, productiva y con frutos más grandes, lo que revolucionó su cultivo en Europa y, posteriormente, en el resto del mundo.
En la actualidad, los principales países productores de fresas son España, Estados Unidos (especialmente California), México, Turquía, Egipto, Francia y Marruecos. En Europa, la provincia de Huelva, en Andalucía, destaca como uno de los mayores centros de producción, tanto por volumen como por calidad.
¿Cómo se cultivan las fresas?
El cultivo de fresas requiere condiciones específicas para que los frutos desarrollen su mejor sabor, color y textura:
- Clima templado y buena exposición solar: la fresa necesita luz directa para desarrollar sus azúcares naturales.
- Suelos ligeros, ricos en materia orgánica y bien drenados, con un pH ligeramente ácido (entre 5.5 y 6.5).
- Riego controlado y constante, preferiblemente por goteo, para evitar enfermedades y garantizar la jugosidad del fruto.
- Cultivo en túneles o invernaderos durante los meses fríos, lo que permite adelantar la cosecha y proteger las plantas de heladas y plagas.
- Recolección manual, un proceso fundamental en la calidad final del producto. Las fresas son frutas delicadas que deben recogerse cuidadosamente una a una para evitar daños.
Además, cada vez más productores apuestan por el cultivo ecológico, evitando el uso de pesticidas y fertilizantes químicos. Este tipo de producción permite obtener una fruta más natural, saludable y respetuosa con el medio ambiente.

Valor Nutricional de las Fresas
Las fresas destacan por ser una fruta baja en calorías, alta en agua y con un perfil nutricional muy completo. Son una excelente fuente de vitamina C, antioxidantes y fibra, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan una alimentación equilibrada y saludable.
A continuación, se detallan los valores nutricionales aproximados por cada 100 gramos de fresas frescas:
Nutriente | Cantidad por 100 g |
---|---|
Calorías | 32 kcal |
Agua | 91 % |
Carbohidratos | 7,7 g |
Fibra | 2 g |
Vitamina C | 58,8 mg |
Calcio | 16 mg |
Potasio | 153 mg |
Antioxidantes | Alto contenido |
La vitamina C presente en las fresas supera incluso la de muchas frutas cítricas, lo que las convierte en una aliada del sistema inmunológico y la salud de la piel. Además, gracias a su contenido en compuestos fenólicos y flavonoides, tienen un potente efecto antioxidante que contribuye a reducir el daño celular causado por los radicales libres.
Por su bajo índice glucémico y su alto contenido en agua y fibra, también son una fruta recomendada en planes de control de peso o dietas para personas con diabetes tipo 2 (siempre bajo supervisión médica).
Beneficios de las Fresas para la Salud
Las fresas no solo son sabrosas y versátiles, sino que también ofrecen múltiples beneficios para la salud, gracias a su combinación única de vitaminas, antioxidantes, fibra y minerales esenciales.
1. Refuerzo del sistema inmunológico
Gracias a su alto contenido en vitamina C (casi 60 mg por cada 100 gramos), las fresas contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico, favoreciendo la producción de glóbulos blancos y la defensa natural del organismo frente a virus y bacterias.
2. Propiedades antioxidantes
Las fresas contienen flavonoides, antocianinas y ácido elágico, compuestos con acción antioxidante que ayudan a combatir el estrés oxidativo y el envejecimiento celular. Estos antioxidantes también están asociados con una menor incidencia de enfermedades crónicas como algunos tipos de cáncer, diabetes tipo 2 y enfermedades neurodegenerativas.
3. Salud cardiovascular
El consumo regular de fresas se ha relacionado con la mejora de la salud del corazón. Sus antioxidantes y su contenido en potasio y fibra soluble contribuyen a reducir la presión arterial, mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos y disminuir los niveles de colesterol LDL (colesterol «malo»).
4. Control del azúcar en sangre
A pesar de su sabor dulce, las fresas tienen un índice glucémico bajo, lo que significa que no provocan picos bruscos en los niveles de glucosa. Esto las convierte en una fruta apta para personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2 (en cantidades moderadas y dentro de una dieta controlada).
5. Mejora de la salud digestiva
La fibra dietética presente en las fresas (aproximadamente 2 g por cada 100 g) ayuda a regular el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y mantener una microbiota intestinal saludable.
6. Beneficios para la piel y la salud ósea
Los antioxidantes, junto con la vitamina C, promueven la síntesis de colágeno, mejorando la elasticidad de la piel y favoreciendo la regeneración celular. Además, minerales como el calcio y el magnesio contribuyen al mantenimiento de huesos fuertes.

Cómo Conservar las Fresas para Que Duren Más
Cómo Conservar las Fresas para Que Duren Más
Las fresas son frutas delicadas y altamente perecederas, por lo que una correcta conservación es fundamental para mantener su frescura, sabor y valor nutricional durante más tiempo. A continuación se detallan las mejores prácticas de almacenamiento, según el momento y la forma de consumo.
A temperatura ambiente
Si vas a consumir las fresas el mismo día de la compra, lo ideal es mantenerlas en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar directa. En estas condiciones pueden conservar su sabor y textura durante unas horas, siempre que no estén muy maduras.
En el refrigerador
Si necesitas conservarlas por varios días, lo más recomendable es guardarlas en el frigorífico siguiendo estas pautas:
- No las laves antes de guardarlas, ya que la humedad favorece la aparición de moho y acelera el deterioro.
- Utiliza un recipiente perforado o abierto, preferiblemente con una capa de papel absorbente en la base, para permitir una adecuada circulación del aire y evitar acumulación de humedad.
- Mantenlas alejadas de frutas que liberan etileno (como plátanos o manzanas), ya que este gas puede acelerar su maduración.
Con estos cuidados, las fresas pueden mantenerse frescas entre 3 y 5 días en el refrigerador.
Congeladas
Para conservar fresas durante varias semanas o incluso meses, la congelación es una excelente opción. El procedimiento adecuado es:
- Lavar y secar bien las fresas con papel absorbente.
- Retirar el pedúnculo (la parte verde).
- Colocarlas en una bandeja separadas entre sí y congelarlas durante varias horas.
- Una vez congeladas, guardarlas en una bolsa o recipiente hermético, etiquetado con la fecha.
Las fresas congeladas son ideales para batidos, compotas, repostería o como ingrediente en recetas que no requieran una textura firme.
Cómo Disfrutar las Fresas en la Cocina
Las fresas son una fruta excepcionalmente versátil que se adapta tanto a recetas dulces como saladas. Su sabor equilibrado entre dulzura y acidez, su textura jugosa y su aroma inconfundible las convierten en un ingrediente muy apreciado en gastronomía. A continuación se describen algunas de las formas más populares y creativas de disfrutar las fresas en la cocina.
En el desayuno
Las fresas son una excelente opción para empezar el día con energía. Se pueden combinar con:
- Yogur natural o griego, aportando frescura y textura.
- Copos de avena, formando una base nutritiva en porridge o bowls.
- Tostadas integrales con queso fresco o miel, para un desayuno equilibrado y lleno de sabor.
En batidos y smoothies
Gracias a su textura y dulzor natural, las fresas son un ingrediente base ideal para:
- Smoothies energéticos con plátano, leche vegetal o yogur.
- Batidos antioxidantes combinadas con frutos rojos, espinaca o semillas de chía.
- Preparaciones con o sin lácteos, según la dieta del consumidor.
En postres
En repostería, las fresas aportan color, sabor y un toque ácido que equilibra preparaciones dulces. Algunas ideas:
- Tartas de fresa con base de masa quebrada o bizcocho.
- Mousse y panna cotta con coulis de fresa.
- Helados artesanales, sorbetes y yogures helados.
- Mermeladas caseras, perfectas para conservar su sabor durante todo el año.
En ensaladas
Su uso en platos salados es cada vez más frecuente. Las fresas combinan especialmente bien con:
- Quesos suaves o intensos como feta, mozzarella o queso azul.
- Frutos secos y semillas, que aportan textura crujiente.
- Aliños agridulces como vinagreta de balsámico o de naranja.
Este tipo de ensaladas aportan contraste, frescura y un toque gourmet a cualquier menú.
En cócteles y bebidas
Las fresas también son utilizadas en coctelería y bebidas refrescantes:
Kombuchas, tés fríos y limonadas caseras, donde las fresas aportan aroma y color.
Mojitos y daiquiris de fresa, ideales para el verano.
Aguas saborizadas o infusiones frías con menta y limón.

Tipos de Fresas y Variedades
Existen numerosas variedades de fresa cultivadas en todo el mundo, cada una con características propias en cuanto a sabor, tamaño, textura, color y resistencia al transporte o al frío. Conocer estas variedades permite elegir la más adecuada para cada uso culinario o necesidad comercial.
A continuación, se describen algunas de las variedades más conocidas y cultivadas, especialmente en España y Europa.
Fresa Camarosa
La Camarosa es una de las variedades más comunes en los cultivos españoles, especialmente en Huelva. Destaca por ser dulce, firme y de gran tamaño, lo que la hace muy apreciada tanto para consumo en fresco como para transporte y exportación. Tiene una piel brillante, pulpa compacta y un excelente equilibrio entre sabor y resistencia.
Fresa Albion
La Albion es una variedad de día neutro, lo que significa que puede producir fruto de forma continua durante varios meses. Se caracteriza por tener frutos grandes, muy aromáticos y con un sabor dulce intenso. Su forma cónica y su buen rendimiento la hacen popular tanto en agricultura convencional como ecológica.
Fresa Mara de Bois
Originaria de Francia, la Mara de Bois es conocida por su sabor intenso y muy similar al de las fresas silvestres. Aunque es más delicada y menos resistente al transporte, ofrece una experiencia gustativa superior, muy apreciada en repostería de alta gama y mercados gourmet.
Fresa Chandler
La Chandler es una variedad de primavera, con frutos jugosos y con un característico toque ácido. Tiene un tamaño medio a grande, color rojo brillante y es ideal para elaboraciones como confituras, helados o consumo directo. Aunque su vida útil poscosecha es algo más corta, es muy valorada por su sabor natural y equilibrado.
Consejo práctico: Las variedades más firmes, como Camarosa o Albion, son ideales para el transporte y la venta en supermercados. Las más delicadas, como Mara de Bois, son perfectas para el consumo local o en cocina de autor.
Sostenibilidad y Producción Responsable
El cultivo de fresas ha evolucionado significativamente en los últimos años hacia prácticas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. La preocupación por el impacto ambiental, la salud del consumidor y las condiciones laborales ha impulsado el desarrollo de modelos agrícolas más responsables. A continuación se destacan tres enfoques clave en la producción sostenible de fresas.
Cultivo ecológico
El cultivo ecológico de fresas se basa en técnicas agrícolas que evitan el uso de pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos de síntesis. En su lugar, se utilizan alternativas naturales para el control de plagas y la fertilización del suelo, como abonos orgánicos, rotación de cultivos y control biológico.
Este método de producción no solo protege la salud del consumidor, sino también la biodiversidad, la calidad del suelo y los recursos hídricos. Las fresas ecológicas suelen contar con certificaciones como EU Organic o sellos autonómicos que garantizan su trazabilidad y cumplimiento de normativas ambientales.
Agricultura sostenible
La agricultura sostenible aplicada al cultivo de fresas busca un equilibrio entre la productividad y el respeto al entorno. Entre sus principales prácticas destacan:
- El uso eficiente del agua, mediante riego por goteo y sensores de humedad para evitar el desperdicio.
- La conservación y mejora del suelo, a través del uso de cubiertas vegetales, compostaje y reducción del laboreo intensivo.
- La reducción del impacto de envases plásticos, optando por materiales biodegradables o reutilizables para la comercialización.
Estas prácticas permiten obtener una producción estable y de calidad sin comprometer los recursos naturales ni el ecosistema agrícola.
Comercio justo y apoyo al productor local
El enfoque de comercio justo en la producción de fresas pone el foco en las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas y en la rentabilidad del pequeño productor. Las iniciativas certificadas como Fair Trade aseguran:
- Condiciones de trabajo dignas y seguras.
- Remuneración justa y acceso a derechos laborales básicos.
- Estabilidad económica para las familias rurales y fomento del desarrollo local.
Al elegir fresas de origen local o de pequeños productores que aplican estas prácticas, el consumidor contribuye a un sistema agroalimentario más ético y sostenible.

Curiosidades sobre las Fresas
Además de ser una fruta muy apreciada por su sabor y valor nutricional, las fresas esconden datos sorprendentes que las hacen aún más interesantes. A continuación se recogen algunas curiosidades poco conocidas que demuestran por qué esta fruta ha captado la atención de botánicos, cocineros y consumidores durante siglos.
No son técnicamente una fruta
Desde el punto de vista botánico, la fresa no es un fruto verdadero, sino un receptáculo floral engrosado. Las verdaderas frutas son los pequeños puntos amarillos en su superficie, conocidos como aquenios, que contienen las semillas.
Contienen cientos de semillas
Cada fresa tiene entre 150 y 200 semillas visibles en su parte exterior, lo que la convierte en una de las pocas frutas con las semillas fuera del cuerpo del fruto.
Uso en cosmética natural
Gracias a su alto contenido en antioxidantes, vitamina C y ácido elágico, las fresas se utilizan en la elaboración de productos cosméticos como mascarillas, exfoliantes y tratamientos para mejorar el tono de la piel. Estas propiedades ayudan a combatir los efectos del envejecimiento y la exposición solar.
Simbolismo cultural
En muchas culturas, la fresa está asociada con el amor, la pasión y la fertilidad. En la tradición europea, regalar fresas frescas o compartirlas en pareja era símbolo de afecto y buena fortuna. Esta conexión ha hecho que las fresas estén presentes en celebraciones, rituales y hasta en obras de arte y literatura.

Conclusión
Las fresas son mucho más que una fruta sabrosa. Su equilibrio entre valor nutricional, versatilidad en la cocina y beneficios para la salud las convierte en un alimento esencial en una dieta equilibrada. Desde su origen botánico hasta su cultivo responsable, esta fruta ha evolucionado sin perder su esencia natural y su relevancia en la alimentación moderna.
Gracias a su bajo contenido calórico, su aporte en antioxidantes y su alto nivel de vitamina C, las fresas ofrecen propiedades que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, proteger la piel, cuidar el corazón y mejorar la digestión. Además, su producción sostenible y el apoyo al comercio justo refuerzan su valor no solo desde el punto de vista nutricional, sino también ético y medioambiental.
Ya sea frescas, congeladas o como ingrediente en recetas dulces o saladas, las fresas representan una opción saludable, natural y deliciosa. Apostar por ellas es apostar por una alimentación consciente, responsable y conectada con el origen de los alimentos.
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